Teniendo en cuenta que la autoestima podemos definirla como la valoración que tenemos de nosotros mismos, podemos decir que, en el superdotado, la autoestima es difícil de mantener, ya que le es difícil conseguir un equilibrio entre el complejo de inferioridad (por sentirse diferentes, por miedo al rechazo social, por falta de comprensión de los demás, por su excesivo perfeccionismo a veces, por un sentimiento de insatisfacción personal,…) y el de superioridad (por ser conscientes de su inteligencia más alta, esto es, de sus altas capacidades), que suelen darse en ellos a la vez; esta autoestima en los polos (o están muy contentos o más bien depresivos), les puede crear altibajos en su estado de ánimo, contradicciones e inadaptaciones a todos los niveles.
Existen una serie de factores de riesgo que influyen directamente en su autoestima:
- Su hipersensibilidad: que les influye en su susceptibilidad hacia el entorno, su alta percepción del ambiente que les rodea, su estado de «alerta» casi permanente.
- Su perfeccionismo, traducido como una insatisfacción y búsqueda constante, pudiendo manifestar: miedo al ridículo, a cometer errores, a fracasar, a no caer bien a todo el mundo, al «qué dirán».
- Su autocrítica y crítica hacia los demás.
- Su afán de protagonismo y de liderazgo: suelen ser personas bastante protagonistas, aunque no son líderes más que un grupo de ellos (señalar que la falta de liderazgo suele causar frustración en este grupo de personas).
Las habilidades sociales podemos definirlas como la forma de interactuar que tenemos con las otras personas, cómo nos relacionamos con ellas. Todas las personas necesitamos ser aceptadas y respetadas por los demás, con nuestras peculiaridades o «diferencias» con respecto a los otros, y el/la superdotado/a no es una excepción. Por otro lado, también necesita aceptar a los demás en su diversidad; la interacción social tiene que estar basada en la valoración mutua y en el respeto.
Los superdotados (excepto aquéllos que son líderes) suelen tener algún problema de habilidades sociales ya que, debido a su particular patrón de personalidad descrito arriba en el apartado de autoestima, son más propensos a sentirse poco adaptados o integrados socialmente, aumentando los riesgos de no ser comprendidos por sus compañeros y por los adultos, sintiéndose desplazados al experimentar el sentimiento de ser diferentes.
Existen una serie de factores de riesgo que influyen en la sociabilidad de los superdotados; entre otros, están:
- Su exceso de crítica y análisis de situaciones: los profesores pueden sentirse amenazados ante esta actitud y sus compañeros desaprobarla
- Respuestas enérgicas, intentando dominar a los otros más que comprenderlos, lo cual suele provocar reacciones de hostilidad y rechazo por parte de los demás.
- Su individualidad y búsqueda de libertad, lo cual puede provocarles soledad y aislamiento.
Hola, mi hija de 10 años, es reacia a aceptar la autoridad, como cualquier niño, pero lo más llamativo son los arranques de furia que sufre cuando algo no le gusta. Después de los castigos, suele recapacitar, se arrepiente, pide perdón y lo acepta, pero no consigo hacerle entender que tiene que pensar antes de actuar y reaccionar relajadamente. Cómo podría trabajar este tema con ella. Intento echarle paciencia, aunque a veces me desespero porque no llego a hacérselo entender. Ya es mayor para ese tipo de rabietas. Gracias
Hola, Encarni:
Los arranques de furia de tu hija son una forma de rabieta, y como tal hay que tratarla. Ante las rabietas, lo mejor es ignorar a la persona (esto es, hacer Extinción, una técnica de modificación de conducta muy útil en estos casos). Tu hija tiene un problema de control de impulsos ante la frustración (tiene baja resistencia a la frustración, ante la que responde con ira, «echando balones fuera» y, probablemente, culpando a los demás de no conseguir lo que se propone) y se tiene que dar cuenta de que su respuesta ante la misma no consigue llamar la atención de manera negativa de sus padres (esto es, tú la ignoras cuando responde con una rabieta al no gustarle algo; ignorar significa no hacer comentarios, ni mirarla ni hacerle ningún caso mientras se muestre encolerizada; eso sí, cuando consiga calmarse sin haber recibido atención negativa tuya -por ejemplo, «relájate», «tranquilízate», «cálmate»,…ya le prestas toda la atención del mundo -la escuchas, hablas con ella, la aconsejas,…y todo ello viendo a su madre controlada, sin perder los nervios. El castigo no es efectivo con las rabietas. La fórmula es extinguir o ignorar las conductas negativas (la rabieta) y reforzar las conductas positivas (entonces nos dirigimos a ella, siempre que se haya calmado). Este sería tu papel ante la ira de tu hija.
Como técnica de control de impulsos, trabajando con ella cuando esté tranquila, le puedes aconsejar que valore, antes de responder con furia, las consecuencias («¿me conviene responder así?», «¿qué consecuencias puede tener mi comportamiento?», que se diga a sí misma «Stop» o «Basta» antes de perder los nervios, que pare y reflexiones antes; pero creo que esto ya lo has probado con ella.
Un abrazo
Hola….os he encontrado buscando alguna ayuda para tratar a mi hijo….tiene 6 años, es cariñoso, muy alegre y simpatico…sabe ganarse a la gente….pero tiene unos arranques de furia enormes. Cuando le pasa conmigo, yo lo ignoro y no lo atiendo hasta que se le pasa. Despues pide perdón arrepentido, y llora con pena. Pero en el cole le está ocurriendo tambien, la profe es encantadora, y está muy pendiente…pero el atiende poquísimo en clase y cuando le regaña se enfada muchísimo. Tambien ocurre que es muy listo, estan obsevandolo con pruebas para niños de altas capacidades, aunque en otros aspectos, lo veo más infantil que otros niños de su edad….juega a que es un cachorrito y le gustan los mimitos de niño pequeñito. Total, no sé si es un deficit de atencion, o que está llamando la atención, o qué puede ser. El me dice que intenta portarse bien pero que no sabe por qué «le entra eso» Asií lo explica el. Gracias.
Hola, Penélope:
El diagnóstico de tu hijo puede ser desde AACCII, TDAH o doble excepcionalidad (que tuviera AACCII y TDAH) o,… De cualquier forma, para saber el por qué de sus ataques de furia incontrolados, habría que hacerle una evaluación exhaustiva, hablar con vosotros los padres y, una vez que estuviéramos seguros de todo el «puzzle» emitir un diagnóstico diferencial y con él proponer la intervención psicológica necesaria. Esta bien que le hagan las pruebas de AACCII en el cole, pero se quedarían cortos si no investigaran más en el caso de tu hijo; si no lo hacen, llévalo a un buen especialista que sepa de AACCII, TDAH y problemas de comportamiento entre otras cosas, un psicólogo/a clínico/o que le hiciera un estudio en profundidad.
Un abrazo.
Marisol Gómez
Muchas gracias, nos pondremos más a fondo con el. Um abrazo.