LAS HABILIDADES SOCIALES EN LAS ALTAS CAPACIDADES PURAS Y EN LA DOBLE EXCEPCIONALIDAD (AACCII Y TDAH)

Como ya dije en otro artículo relacionado con éste, cualquier persona necesita ser aceptada y respetada por los demás, independientemente de sus peculiaridades o «diferencias» con respecto a los otros. Asímismo, necesita aceptar a los demás con sus peculiariedades, con sus «diferencias», es decir, en su heterogeneidad. La interacción social tiene que estar basada en la valoración mutua y en el respeto.

Podemos citar, entre otras definiciones de HH.SS., las siguientes:

  • Las HH.SS. son las formas de comportarnos adecuadamente cuando nos relacionamos con otras personas.
  • Son aquellas conductas que nos permiten actuar de manera eficaz y satisfactoria en diversas situaciones sociales.
  • Consisten en poner en juego un conjunto de conductas (verbales y no verbales) para relacionarnos con los demás de forma correcta  y mutuamente gratificante.

Puntualizar que las habilidades sociales no son innat as en la persona, esto es, se aprenden.

          * La persona con comportamiento social asertivo o con habilidad social se relaciona con los demás con respeto y es capaz de expresar sus sentimientos, pensamientos y necesidades de forma sincera y sin ofender a los demás. Así mismo, defiende sus propios derechos, asume sus responsabilidades y, al mismo tiempo, respeta los derechos de los demás, siendo honrado, justo y sincero.

         El alumno con buenas HH.SS. es socialmente alegre, expresivo, cooperativo y participativo; se comunica con los demás  de forma clara, directa y no ofensiva, por lo que, generalmente, tiene muy buenos y sinceros amigos.

         La persona que tiene un comportamiento asertivo o con habilidad social transmite el siguiente mensaje verbal básico: “Tú y yo somos iguales: pero esto es lo que yo siento, pienso y necesito. Respeto tu opinión, pero así  es como yo veo la situación”.

         Lo ideal sería que todos nosotros actuásemos de forma asertiva o con habilidad social, ya que, entonces, pocas veces nos pelearíamos, perderíamos amigos o sentiríamos miedo de estar con los demás. Decir también que, para poder poner en práctica las HH.SS. es preciso tener un buen control emocional que nos dé pie a ello.

       A) Respecto al niño con altas capacidades intelectuales:

      A nivel teórico, suelen conocer cuáles son y cómo funcionan las habilidades sociales pero, a nivel práctico, factores como: su hipersensibilidad, sentido de la justicia, crítica mental, afán de liderazgo, desfase con los/las niños/as de su misma edad cronológica (por disparidad de intereses, lenguaje y razonamiento más avanzados),…dan lugar a que no siempre las pongan en práctica.

       El «Proyecto Harvard» (investigación longitudinal sobre algunos centenares de niños entre 1.965 y 1.978) descubrió que los niños superdotados poseen una forma especial de enfocar los intercambios sociales: 1) son muy capaces para conseguir la atención de los adultos de forma socialmente aceptable y con gran habilidad para utilizar a los adultos como recursos (se sienten a gusto con ellos, tratándolos no como objeto de miedo o de autoridad, sino casi como a compañeros, esperando ser apoyados por ellos), 2) pero también poseen la capacidad y el deseo de competición (jactándose de «Puedo hacerlo mejor que ningún otro») y esta característica no gusta a muchas personas. Por otra parte, hay que tener en cuenta que existe la posibilidad de que la alta dotación de las personas muy capacitadas hagan sentirse incómodos, distantes e incluso humillados a sus posibles admiradores, de modo que éstos los apreciarían mucho más si observaran en ellos algunos fallos o defectos que los «humanizaran».

       Genovard (1.988) considera dos aspectos muy importantes para que los niños/as con altas capacidades sean capaces de comunicarse con los otros niños de forma satisfactoria:

       1.- El sentirse aceptados y respetados a pesar de sus peculiaridades y

       2.- La aceptación por los demás de su heterogeneidad.

       Respecto al concepto de disincronía intelectivo-emocional descrita por Terrassier (1.989), el niño superdotado puede tener problemas en relación con otros niños, con los adultos e, incluso, consigo mismo; los niños mayores les pueden rechazar por su inmadurez física y social y los de su edad por su mayor nivel intelectual, pudiendo originar estas circunstancias actitudes tanto agresivas como retraídas que lleguen a enmascarar su buena dotación intelectual; así, podemos encontrar niños muy capacitados que son relegados a los últimos lugares en las calificaciones escolares por su indisciplina y conductas provocadoras (Coriat A. 1.990). En otras ocasiones, la inadaptación emocional o social es la causa de las dificultades en el aprendizaje a pesar de la buena dotación intelectual.     

        Es muy importante destacar que estos niños y niñas pueden ser objetos de acoso escolar por parte de sus compañeros/as y no saber la familia lo que está ocurriendo, porque ellos/ellas no sean capaces de comunicarlos en sus casas y tampoco ser consciente el profesorado por esta ocultación. Las altas capacidades puras lo sufren internamente y pueden llegar a sentir un gran dolor emocional que los conduzca a estados de ansiedad y depresivos que afecten profundamente su autoestima y autoconcepto y reste confianza en ellos mismos (por un tiempo o para siempre si no queda resuelto el problema).

       B) En cuanto a los niños/as con la doble excepcionalidad (AACCII y TDAH), se unen las altas capacidades intelectuales y las limitaciones que provocan el TDAH, con lo que la situación del niño se complica ya que, a veces, no controla las reacciones ante los demás y muestra una excesiva susceptibilidad y descontrol ante las situaciones (en el caso de los subtipos predominantemetne hiperactivo/impulsivo y el combinado), que suele provocar el rechazo de sus iguales y/o de los adultos de su entorno y, otras, tampoco defienden bien sus derechos porque se someten a los demás (es el caso del subtipo predominantemente inatento o déficit de atención).

       Hay que puntualizar que no todas las dobles excepcionalidades están inadaptadas socialmente; lo están, y en mayor proporción, 1) aquéllos que tienen una diferencia significativa entre su madurez intelectual y la emocional, con lo cual, sufren  tensiones en las relaciones entre iguales (al no conectar intelectualmente con ellos y, al mismo tiempo, no poseer recursos suficientes de habilidades sociales y de solución de problemas) pudiéndose sentir aislados dentro de su propio grupo y prefiriendo frecuentar la compañía de niños mayores o de adultos y 2) los que tienen la parte hiperactiva/impulsiva dentro de su diagnóstico.

        Es muy importante destacar que este diagnóstico (esta doble excepcionalidad), con frecuencia, es objeto de acoso escolar por parte del alumnado y de incomprensión por parte del profesorado, ya que suelen ser niños y niñas muy diferentes al resto de sus compañeros/as, con limitaciones en sus habilidades sociales e incontrolabilidad en algunos aspectos (control de emociones e impulsos, defensa de derechos, baja resistencia a la frustración,…) y, muchas veces, callan lo que les está ocurriendo por miedo a ser regañados o a no ser comprendidos por su entorno (padres y profesorado), lo cual llega a crearles un gran dolor emocional (estrés, ansiedad, estados depresivos, angustia, depresión) y, en algunos casos, un trauma de por vida.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.